A pesar de que la canalización para la recogida del agua de lluvia lleva años construida, ésta se encontraba incompleta. Esto significa que algunos tramos se encontraban aislados, sin conexión a la red general, de modo que los días de lluvia el agua no corría hacia los sumideros, quedando retenida y formando charcos.

Después de pasar una cámara de inspección de tuberías por el subsuelo para conocer el recorrido exacto de la red, la Brigada de Obras ha destapado todas las arquetas y ha realizado los trabajos necesarios para unir los tramos que se encontraban incomunicados con la red general. Aprovechando la ocasión, se ha procedido a realizar una limpieza a fondo de todos los tubos, donde había depositados restos de flores que dificultan el paso natural del agua.

Con esta actuación, el Ayuntamiento espera que no se vuelvan a formar charcos en los pasillos del camposanto como venía sucediendo hasta ahora.