La residencia municipal de personas mayores Juan Ellacuría Larrauri y el Hospital San Juan de Dios han firmado un convenio de colaboración para poner en marcha el programa de acompañamiento social “Soledad y final de vida. Compartiendo contigo-Zurekin Bananduz”. Este proyecto tiene por objeto combatir la soledad de las personas mayores, en la recta final de su vida, mediante la formación de un grupo de personas voluntarias, que obtendrá las habilidades y conocimientos necesarios para llevar a cabo esta atención.

El acuerdo ha sido suscrito por la concejala de Acción Social y Personas Mayores, Flori Núñez, y la directora gerente del Hospital San Juan de Dios, Maika Palacios. Se trata de extrapolar a la residencia municipal de Sestao el trabajo que este centro hospitalario viene realizando en sus instalaciones. De esta manera, la residencia Juan Ellacuría será la tercera de la Margen Izquierda, y la novena de Bizkaia, en implantar este importante servicio.

En la recta final de su vida todo el mundo necesita sentirse acompañado y tener conciencia de ello. La soledad es la enfermedad del siglo XXI y es uno de los factores influyentes en la percepción del estado de salud de las personas mayores. En los últimos días de una persona se hace especialmente relevante el fomentar el apoyo social como parte integrada en los planes de cuidados, de ahí que la residencia municipal de Sestao, buscando mejorar el servicio que presta a sus residentes, haya visto interesante la implantación de este servicio. En el centro residencial se dan casos, aunque son los mínimos, de personas que fallecen en la más absoluta soledad, sin el calor ni la cercanía de familiares ni amigos.

Con la intención de atender este problema, se implanta el programa “Soledad y final de vida. Compartiendo contigo-Zurekin Banaduz”, que cuenta con el apoyo financiero de la Obra Social La Caixa. Este proyecto tiene como objetivos detectar y acompañar a las personas, que estén en riesgo o situación de soledad, en la recta final de su vida. Para llevar a cabo esta labor, se va a crear una red de voluntariado, en colaboración con la residencia, para satisfacer la necesidad de acompañamiento en dichas situaciones, que de manera previa al inicio de su actividad recibirá un proceso de formación en aspectos de acompañamiento en situación de final de vida.

Para alcanzar el objetivo previsto en el acuerdo, ambas partes contemplan impulsar las siguientes tareas. La residencia municipal Juan Ellacuría Larrauri identificará a las personas residentes en situación de final de vida y que presenten una situación de soledad. El Hospital San Juan de Dios, por su parte, implicará a los voluntarios que considere oportuno para el desarrollo de este programa y aportará un profesional para la coordinación de la actividad y la formación y supervisión de los voluntarios. Asimismo, el hospital asumirá la formación de los voluntarios implicados en este programa y su supervisión en lo relativo a esta actividad en colaboración con los técnicos de la residencia municipal Juan Ellacuría de Sestao.

Poniendo cifras a estos compromisos, el número de voluntarios que va a participar en este programa asciende a 11 y el número de residentes que cumpliría los requisitos para recibir el servicio de acompañamiento sería entre ocho y diez personas.

El plan de formación de los voluntarios y voluntarias consistirá en un encuentro mensual de dos horas en el centro en los que abordarán cuestiones, entre otras, como los cuidados paliativos, las actitud y aptitudes del voluntariado, el contacto con la muerte, compartir el sufrimiento, aprender a cuidar, acompañar en el duelo, desplegar las emociones, transmitir el legado, la marcha de la persona que cuidaba y la vuelta a casa del voluntario.

Para el seguimiento de este acuerdo de colaboración se constituirá un equipo de seguimiento integrado por un representante de cada entidad. El plazo de vigencia del convenio es de un año renovable previo acuerdo expreso de las partes.

El programa “Soledad y final de vida. Compartiendo Contigo-Zurekin Bananduz”, que se desarrolla en Bizkaia, es uno de los tres proyectos pilotos implantados en el Estado; los otros dos son llevados a cabo en Madrid y Barcelona.