La ubicación de la depuradora, en cotas bajas de la vega de Galindo, y la cercanía actual a nuevos desarrollos urbanísticos e infraestructuras de uso público muy demandadas, como la estación de metro de Urbinaga, son factores determinantes en la necesidad de crear una pantalla que aminore el impacto visual.

Para resolver este problema se van a plantar 1.184 árboles de distintas especies en el perímetro de las instalaciones, unas obras que suponen un coste económico de 890.309,29 euros (IVA excluido) para el Consorcio de Aguas. Los trabajos arrancaron el pasado mes de octubre y cuentan con un plazo de ejecución de ocho meses, por lo que está previsto que finalicen en junio de este año.

El proyecto de mejora paisajística combina la plantación de árboles característicos de bosques de ribera con otras especies ajardinadas. Así, se colocarán robles, fresnos, alisos, cerezos y espinos alineados simulando campos de cultivo con una separación media de cinco metros. “El objetivo es crear una envolvente verde que ofrezca la sensación visual de andar debajo de una gran copa”, ha indicado la responsable del proyecto.

Durante su intervención, Ibon Areso ha recordado que en 1990, cuando se puso en marcha la primera fase de la depuradora, la vega de Galindo era una zona industrial donde su impacto era reducido. Sin embargo, el entorno se ha ido urbanizando hasta el punto de que las viviendas y los servicios cada vez están más cerca de la planta donde se limpian las aguas residuales de la mayoría de municipios del bajo Nervión, por eso se ha hecho necesario que todas las localidades asociadas al Consorcio de Aguas “compensen a Sestao por tener la carga” de alojar la depuradora dentro de su límite municipal.

Además, ha añadido que se empieza por este proyecto de jardinería, pero más adelante está previsto “otras fases más físicas, más de construcción, que vayan enmascarando y mejorando medioambientalmente esta planta para que pierda ese carácter industrial que ahora ya no es tan propio del entorno”.

Josu Bergara, por su parte, ha mostrado su satisfacción y agradecimiento al Consorcio por el inicio de este proyecto “que va a mejorar urbanísticamente el entorno” y que percibirán especialmente “las familias que residen al final de la calle Gran Vía”. Para el primer edil, y vicepresidente del Consorcio de Aguas, el comienzo de esta actuación supone “cumplir un compromiso y saldar una de las deudas que el Consorcio tiene con el pueblo de Sestao y su ciudadanía”.

Compromiso que no finaliza con esta obra, ya que se sigue trabajando para reducir las afecciones de la depuradora, vertebrar su encaje en el entorno y mejorar la convivencia entre la instalación y los vecinos. Por ejemplo, está prevista la creación de un edificio de tratamiento de olores “que será una realidad en los próximos meses y que mejorará notablemente esa sensación que los vecinos nos trasladan al Ayuntamiento”.