La Policía Local de Sestao ha puesto en marcha, con motivo de las fiestas navideñas, una campaña informativa sobre la venta ilegal de material pirotécnico dirigida a todos aquellos comercios que en estas fechas son susceptibles de comercializar este tipo de artículos. Al mismo tiempo, se han organizado charlas en algunos centros educativos para explicar a los menores cómo pueden hacer un uso seguro de los petardos y derivados.

Mañana está previsto que dos agentes de la Policía, adscritos a la Unidad de Mediación Policial, visiten los establecimientos donde se sospecha que podría haber material pirotécnico a la venta para entregarles una hoja informativa donde se detallan las obligaciones que deben cumplir para realizar esta actividad. Así, se les explicará que deben tener autorización de la Subdelegación del Gobierno en Bizkaia, se les indicará que no pueden vender artículos sueltos y se les avisará de que el incumplimiento de la legislación vigente puede acarrear sanciones económicas que oscilan entre los 300 y 90.000 euros en función de la gravedad.

Según explica la Policía Local, el objetivo de esta visita tiene un carácter preventivo, “de modo que si más adelante descubrimos a un comerciante vendiendo petardos, bombetas u otro tipo de material clasificado como pirotécnico, y está contraviniendo la normativa, no podrá alegar desconocimiento, por lo que será automáticamente sancionado y el material decomisado”.

La otra parte de esta campaña se ha llevado a cabo hoy jueves en los centros educativos. Tras ofrecer a todos los colegios de Sestao la posibilidad de acoger una charla de la Policía sobre el uso de los petardos, finalmente esta se ha llevado a cabo en Vista Alegre y en el Centro de Iniciación Profesional. Así, dos agentes han ofrecido a los alumnos y alumnas una serie de consejos sobre la utilización de estos artículos. 

La primera idea que han dejado clara es que la explosión de petardos está prohibida en Sestao y si fueran sorprendidos por la Policía no solamente les requisarían el material, sino que además se enfrentarían a multas de 80 a 700 euros.

No obstante, si se diera el caso de que llegaran a comprarlos, les han recomendado no guardarlos en los bolsillos, no tenerlos en la mano en el momento de encenderlos, no explotarlos nunca dentro de la vivienda y esperar 30 minutos para tocarlos si han fallado al prenderlos.